Página 346 - Informe Anual 2011. Defensor del Menor de Andalucía

Defensor del Menor de Andalucía. Informe Anual 2011
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años, como consecuencia de la entrada en vigor del Programa de Gratuidad y,
según parecía, la merma económica que éste había supuesto para las editoriales.
Se denunciaba igualmente que los centros escolares, dependiendo del colegio,
solicitaban una media de tres a cinco cuadernillos adicionales, con un precio
que oscilaba entre 15 y 22 euros cada uno, práctica con la que manifestaban su
disconformidad por suponer un desembolso para las familias de entre 45 y 110
euros por alumno, algo muy gravoso para familias con varios hijos.
Por todo ello, la Asociación denunciante requería a la Consejería de Educación a
que obligase a los centros escolares a comprar los lotes de libros de texto únicamente
a aquellas editoriales que proporcionasen todo el material, incluidos los cuadernillos,
y al respecto se añadía: “la picaresca de las editoriales reside en aumentar los
contenidos y el tamaño de los cuadernillos, en detrimento del de los propios libros
de texto, por lo que la dependencia de los cuadernillos es cada día mayor. Aunque
pueda ser positivo y cómodo trabajar con ese material, no debe cargarse a las
familias con esos costes, y menos en el actual contexto de crisis económica”.
La petición de información se dirigió directamente al Consejero de Educación
porque la cuestión que se suscitaba podía afectar competencialmente tanto a la
Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, entre cuyas funciones se
encuentran la supervisióny selecciónde los librosde textoymaterial complementarios,
como a la Dirección General de Participación e Innovación Educativa, titular de las
competencias relativas a la ordenación y gestión del Programa de gratuidad de
libros de texto.
Recibido el informe interesado, en el mismo se exponía una reseña de la
normativa andaluza al respecto y las actuaciones llevadas a cabo como consecuencia
de reclamaciones recibidas, incluyendo la voluntad y el compromiso de dicha
Administración de que la gratuidad de la enseñanza fuese real y efectiva en los
términos establecidos legalmente.
Del análisis del extenso informe recibido se comprobaba, en primer lugar, la
preocupación de la Consejería de Educación en el problema planteado, y ello lo
refrendaba el dictado de unas Instrucciones de la citada Dirección General sobre el
Programa de Gratuidad de los Libros de Texto para el curso 2010-2011, donde se
expresaba claramente que no se explicaba la petición a las familias de cuadernillos
anexos a los libros de texto o cualquier otro tipo de materiales, que incluso se daba
en los cursos de 1º y 2º de primaria, cuando estos libros se reponen cada curso en
su totalidad por las edades del alumnado al que iba dirigido.