La presente queja fue tramitada por esta Defensoría de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía, y Defensor del Pueblo Andaluz, en relación con las gestiones para la atención y apoyo a un alumno con necesidades en su centro educativo.
Las actuaciones emprendidas se dirigieron a requerir información ante los servicios de la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional en Málaga. Pues bien, en el informe recibido desde la Delegación se ofrecía un detenido relato de las gestiones y contactos realizados para tales gestiones.
“D. presentó el 13 de diciembre de 2024 hoja de sugerencias y reclamaciones sobre el mismo asunto que la queja a la que se le dio la siguiente respuesta el pasado 3 de febrero:
“Acusamos recibo del escrito de fecha 13 de diciembre de 2024 presentado por D., a través del Sistema de Sugerencias y Reclamaciones de la Junta de Andalucía, en el que se queja de varias agresiones sufridas por su hija, alumna de la escuela infantil, por parte de un alumno censado con necesidades educativas especiales (NEE). Explica que las agresiones se producen porque la personal técnico de intervención social (PTIS) encargada del alumno con NEE no realiza bien su trabajo.
Solicitado informe al Servicio de Inspección Educativa de esta Delegación Territorial, le comunicamos que:
Se han hecho las diligencias oportunas para comprobar los hechos por parte del Servicio de Inspección. La dirección del centro es conocedora de los incidentes, se han dado indicaciones al personal de la escuela infantil y se han adoptado decisiones con el fin de evitar, en la medida de lo posible, futuros incidentes. En el centro tienen instrucciones de comunicar al Servicio de Inspección de Educación cualquier nuevo incidente que se produzca para poder intervenir al respecto.
También se ha informado por la directora a la empresa encargada de la contratación de PTIS. Para que adopte las medidas que correspondan respecto al desempeño profesional de su trabajadora.
A la fecha de redacción de este informe no se han vuelto a producir incidentes.
Quedamos a su disposición para cualquier información adicional que se entienda necesaria”.
Solicitado nuevo informe al Servicio de Inspección Educativa para dar respuesta a la queja, le comunicamos que:
Al margen del trabajo desarrollado por la PTIS, cabe señalar que el alumno que origina los incidentes, requiere una vigilancia constante y suele permanecer en el centro educativo desde antes del inicio del periodo lectivo, asistiendo al aula matinal, hasta las 17,00 horas, pues después del horario de comedor asiste a actividades extraescolares.
Durante este horario, no siempre está presente en el centro un personal con el perfil de PTIS, de acuerdo con el horario de trabajo que tienen asignado. Además, en el centro existe otro alumnado que también precisa este recurso. Dadas las características del alumno, que precisa una atención constante, en el centro se consumen muchos recursos para que esté adecuadamente atendido y vigilado (intervención del equipo directivo, de personal docente de otras aulas y monitoras de comedor y actividades extraescolares), haciendo que estos recursos no estén disponibles para el resto de alumnado del centro.
Desde que el alumno se incorporó al centro educativo, se detectaron una serie de comportamientos que aconsejaban una revisión de su evaluación psicopedagógica.
Durante el presente curso escolar se ha realizado dicha evaluación psicopedagógica. En el informe de evaluación psicopedagógica, de fecha 27 de marzo de 2025, se determina, entre otras cuestiones, que:
- El alumno precisa una atención específica personalizada que no es posible en el aula ordinaria para adquirir el máximo desarrollo de las competencias claves establecidas.
- El alumno requiere, por un período de escolarización o a lo largo de toda ella, una atención educativa diferente a la ordinaria por presentar limitaciones significativas en la participación y desenvolvimiento en varios aspectos de la vida diaria, en comparación con los miembros de su misma edad y grupo cultural.
- El alumno no presenta noción de peligro, por lo que requiere supervisión constante para evitar incidentes.
Se está realizando el dictamen de escolarización donde, de acuerdo con el informe de evaluación psicopedagógica referido en el párrafo anterior, con lo informado por la Sra. Directora del centro y lo que consta en el sistema Séneca, se va a proponer que el alumno se escolarice en una aula específica de un centro ordinario (modalidad C).Tras lo expuesto se concluye que:
Los incidentes protagonizados por el alumno se deben a que requiere supervisión constante y el personal de PTIS, de acuerdo con su horario laboral, no permanece en el centro durante todo el tiempo que está el alumno, por lo que esta supervisión debe realizarla otro personal del centro que no tiene encomendada esta tarea o que deja de realizar otras para atender al alumno y evitar incidentes: equipo directivo, docentes, personal del comedor escolar o actividades extraescolares. Así se hace habitualmente, pero hay ocasiones en las que puntualmente el alumno está sin supervisión pues se debe tener en cuenta que existe otro alumnado en el centro que también precisa la atención del personal de PTIS.
Además, de acuerdo con su informe de evaluación psicopedagógica y con el borrador de dictamen de escolarización que se está elaborando, se está valorando la conveniencia de un cambio de modalidad de escolarización a aula específica si bien en la decisión final hay que valorar igualmente la corta edad de y la posible evolución del menor.
Por último, se ha dado traslado del informe del Servicio de Inspección al Servicio de Ordenación Educativa de esta Delegación Territorial, para su conocimiento y actuaciones oportunas respecto a los recursos y escolarización del alumno”.
Por todo ello, y a la vista de las informaciones recibidas, hemos de considerar que el asunto abordado parece haber encontrado ya su solución o, al menos, se han dispuesto las medidas regladas para el abordaje de la situación. En todo caso, consideramos muy oportunas las reflexiones de la Delegación procurando una respuesta más ágil en estos procesos añadidos de apoyo continuo de personal PTIS que generan, sin duda, las lógicas expectativas entre las familias más estrechamente relacionadas con las circunstancias del caso.
Los apoyos del alumno se han visto necesitados de refuerzo y, a su vez, la respuesta educativa más elaborada y completa aconsejaba una actualización de las necesidades que acreditaba el alumno en cuestión. Dicho proceso se viene acometiendo y se prevé la adscripción a un modelo C de escolarización que dictaminaría formalmente la atención educativa que este alumno necesita.
En todo caso, permaneceremos atentos a cualquier nueva actuación que resulte necesaria para la adecuada atención del alumno por el centro y superar las consecuencias difíciles que generaba en su inmediato entorno, en especial sobre la alumna, hija del promotor de la queja.