Queja número 24/8796
La Defensoría de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía, y Defensor del Pueblo Andaluz, tramita la presente queja relativa a los procesos de atención al alumnado con necesidades educativas y refuerzo de apoyo de profesionales especializados en un centro educativo de una localidad de la provincia de Huelva.
En su día nos dirigimos ante la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional en Huelva trasladando dicha problemática y hemos recibido una amplia y argumentada comunicación sobre el tema.
“A este respecto hay que señalar que esta Delegación Territorial, dentro de sus competencias y medios, está abordando la situación denunciada ante la queja presentada sobre la necesidad de reforzar los medios profesionales para el alumnado con necesidades específica de apoyo educativo (NEAE) en un Centro de educación infantil y primaria (CEIP) en una localidad de la provincia de Huelva.
En aras de facilitar datos relevantes relacionados con la queja interpuesta, y al objeto de obtener una información veraz y actualizada, esta Delegación Territorial facilita a la Institución el mapa de la educación especial para el curso académico 2024/2025 para el CEIP. En este documento se reflejan organizativamente tanto los recursos y medios profesionales atribuidos a este centro como el alumnado desglosado en función de sus necesidades educativas. Además, aparece detallado por unidades/grupos y recursos personales docentes y no docentes, incluyéndose el número de horas en el centro de referencia.
En la queja interpuesta se hace referencia a que el centro necesita reforzar los medios profesionales para el alumnado NEAE en el CEIP.
También se especifica que el número de alumnos NEAE está en treinta y nueve. Según los datos que manejamos en esta Delegación Territorial, que son los que están grabados por la dirección del centro en el sistema de gestión Séneca. El alumnado censado con NEE asciende a treinta, como especifica Dª.; pero el número de niños con necesidad de monitor es nueve, por lo que entra dentro de la media del número de alumnos atendidos por el Personal Técnico de Integración Social.
Para finalizar la queja presentada, cabe decir que el centro cuenta con un especialista de Pedagogía Terapéutica, un especialista en Audición y Lenguaje y un PTIS a veinticinco horas.
Con esta información que se le aporta, consideramos que las necesidades de los niños y niñas con NEAE en el CEIP quedan cubiertas, teniendo en cuenta los recursos con los que contamos y que hay que hacer una priorización porque cada vez son más los alumnos y alumnas con Necesidades Educativas Especiales. Es por ello que hasta el momento, y en tanto se pueda producir una ampliación de los recursos especializados asignados al mismo, el propio centro debería realizar un profundo análisis sobre el modo en que están organizados dichos recursos personales, tratando de optimizarlos y rentabilizarlos en grado máximo.
En cualquier caso, sigue siendo intención y voluntad de nuestra Delegación Territorial seguir prestando el asesoramiento, apoyo y acompañamiento de los profesionales de este centro educativo como así lo ha venido siendo hasta la fecha.
Nuestro reto es seguir luchando por mantener las mayores cotas de calidad en nuestro sistema educativo, materializadas en la formación de nuestros docentes, posibilitando estructuras de participación de las familias, velando por la adecuada organización de los recursos existentes, demandando a quien competa la dotación de los recursos necesarios y prestando nuestro apoyo y colaboración en esta apasionante y compleja tarea de la educación”.
Tras estudiar el informe enviado, hemos de comprobar la reacción adoptada por las autoridades educativas desde la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional en Huelva para abordar las necesidades del centro y de las familias del alumnado afectado.
También observamos que el informe recibido de la Delegación alude a un análisis del refuerzo de los servicios educativos en relación con la dotación de las figuras profesionales dedicadas al alumnado NEE, concluyendo tras su análisis que “consideramos que las necesidades de los niños y niñas con NEAE en el CEIP " quedan cubiertas, teniendo en cuenta los recursos con los que contamos y que hay que hacer una priorización porque cada vez son más los alumnos y alumnas con Necesidades Educativas Especiales”.
Efectivamente esta definición del servicio avanza en los detalles de reordenación, dado que, entendemos, la evaluación del servicio se ajusta a los umbrales o ratios que establecen los criterios de ordenación del elenco profesional destinado al centro.
Este singular apoyo deriva de los respectivos informes psicopedagógicos de cada alumno o alumna que permite determinar las necesidades de recursos específicos del alumnado de necesidades educativas especiales. Además, en función del dictamen de escolarización, se establece, en ocasiones, la atención en centros específicos de educación especial, o bien en aulas específicas en centros ordinarios o bien la atención del alumnado se realiza dentro de las aulas con apoyos en periodos variables para que el alumnado pueda continuar con su desarrollo evolutivo y formativo y su integración global en la sociedad. Por otra parte, los recursos se distribuyen cada curso escolar, tras el estudio de las necesidades detectadas en todos los centros educativos a través de los Servicios de Ordenación Educativa proponiendo la distribución de estos recursos personales.
Efectivamente, observamos un esfuerzo argumental desde los servicios de la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional en relación con la ordenación de unos servicios profesionales catalogados como “de difícil generación” y apreciamos la cuidada asignación de estos recursos limitados como un ejercicio de responsabilidad y de esfuerzo por hallar una respuesta equitativa desde los responsables educativos. La respuesta de la Delegación, semejante a otras recibidas desde organismos análogos, recoge esa duplicidad de afirmaciones sumando, de un lado, la asignación dada al centro según los parámetros establecidos, a la vez que, de otro lado, se relativizan estos medios “teniendo en cuenta los recursos con los que contamos y que hay que hacer una priorización”.
El resultado de esa valoración describe una situación que, a la postre, reconoce una mejorable atención para un alumnado creciente y que genera, a su vez, la preocupación de familiares y de la comunidad educativa para responder ante sus peculiaridades. Es una reacción previsible y hasta motivada, porque las demandas no provienen de una situación de solvencia en la disposición de estos recursos, sino de unas asignaciones ya de por sí restringidas en función de esa limitación de dotaciones profesionales que unánimemente se argumenta desde las autoridades.
En todo caso también queremos acoger la voluntad de permanente revisión y análisis de estos recursos y que “sigue siendo intención y voluntad de nuestra Delegación Territorial seguir prestando el asesoramiento, apoyo y acompañamiento de los profesionales de este centro educativo”.
En el marco de esta metodología, confiamos que finalmente, una vez ejecutadas estas medidas, los resultados puedan aportar un mantenimiento de los apoyos profesionales sin descartar en un futuro una mejora de la situación.
Comprendiendo la preocupación generada en las familias por disponer de los recursos adecuados, valoramos que la situación se está abordando desde unas pautas razonables y, por ello, consideramos que el asunto parece necesitar un plazo de tiempo oportuno para evaluar el resultado que se logre con organización del servicio de apoyo del alumnado NEAE en el centro público.
Y así, procedemos a concluir nuestra intervención quedando dispuestos a realizar todas las actuaciones de seguimiento que resulten oportunas.
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