Los niños y las niñas que crecen en hogares en riesgo de pobreza o exclusión tienen hasta 4 veces más probabilidades de padecer un trastorno mental que aquellos que viven en hogares de rentas altas. Por otro lado, la infancia más vulnerable se enfrenta a mayores obstáculos para acceder a una atención especializada de calidad, dados los problemas de acceso al sistema público y la imposibilidad de sufragar los costes del sistema privado. Ambas dimensiones se retroalimentan y refuerzan mutuamente, en una nueva expresión del círculo vicioso de la pobreza y desigualdad.
Estas son algunas de las conclusiones que se han debatido hoy en la jornada `La salud mental de la infancia y la adolescencia en Andalucía´, bajo el lema #ConscienteMente, que han organizado el Defensor de la Infancia y Adolescencia de Andalucía y Save the Children, con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla. Además de visibilizar la relación entre salud mental y factores socioeconómicos, como el nivel de renta, esta jornada pretende crear un espacio de reflexión multidisciplinar, que incluya la visión de la adolescencia andaluza, sobre cuáles son las necesidades en materia de salud mental en Andalucía y qué recursos (humanos, económicos, legislativos o de cambios en políticas públicas) se necesitan para responder a esas necesidades.
El Defensor de la Infancia y Adolescencia de Andalucía, Jesús Maeztu, ha llamado la atención sobre cómo la salud mental, "la asignatura pendiente del sistema sanitario", se han convertido en un elemento de desigualdad en el desarrollo pleno del derecho a la salud de niños, niñas y adolescentes. “Necesitamos visualizar este problema, la prevención y la detección, con más razón después de la Covid, que ha destapado muchos de estos problemas. No tenemos datos fiables para adecuar los recursos, que son deficientes, y sobre todo me preocupa la red, una buena coordinación de la Administración, la escuela, la atención social y sanitaria, las familias…”.
El también Defensor del Pueblo andaluz ha afirmado que en su quehacer diario comprueba la saturación que sufren las Unidades de Salud Mental infanto juvenil, con un predominio de los tratamientos farmacológicos frente a los terapéuticos; problemas por la ausencia de formación específica en materia de salud mental infantil de los profesionales en ámbito sanitario y educativo, o la deficiente coordinación entre los distintos niveles asistenciales, así como respecto de los dispositivos educativos y de servicios sociales que atienden a la infancia. Estas deficiencias las ha detectado en jornadas anteriores en la que la Defensoría ha analizado la salud mental en personas mayores, en entornos vulnerables y en el sistema penitenciario.
Por su parte, el director general de Save the Children, Andrés Conde, ha recordado que, en Andalucía, un 15% de los niños y niñas vive en situación de pobreza severa. “Esto implica que hay muchas familias haciendo malabares a fin de mes porque no tienen, no llegan y no pueden cubrir sus necesidades más básicas, como son los problemas de salud mental”. Además, justo después de una pandemia que, según una encuesta realizada por la organización en 2021, ha provocado el aumento del número de niños y niñas andaluces que padecen trastornos mentales, pasando del 1,7% al 3,7%, y del 3,2% al 6,3% en el caso de los de conducta.
Por ello, desde Save the Children insisten en la importancia de reforzar los programas de garantías de ingresos y de ayudas sociales como programas que no sólo ayudan a combatir la pobreza, sino que son herramientas necesarias para mejorar la salud mental de la población andaluza, especialmente de la infancia en situaciones vulnerables. E insisten en que los trastornos mentales deben tratarse desde la prevención, la detección, la actuación, el seguimiento y la evaluación. “Sin duda alguna, la prevención es el mejor aliado para combatir los problemas de salud mental entre los y las más jóvenes para que sean conocedores y aprendan en primera persona cómo afrontar y discutir sin tabúes ni prejuicios los problemas de salud mental. Esto ya es algo que se está poniendo en marcha en otros países o comunidades autónomas”, añade Conde, que también propone la creación de centros especializados en la atención integral a personas con problemas de salud mental y adiciones en cada provincia de Andalucía con el objetivo de facilitar un mayor acceso al sistema de salud para el tratamiento de los problemas de salud mental.
Tanto el Defensor de la Infancia y la Adolescencia como Save the Children han valorado positivamente que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobara este año el Programa de Prevención de la Conducta Suicida, donde una de las áreas del programa está dedicada a la atención a la población infantil y adolescente. Para ambos, esto supone un reflejo de la integralidad con la que se debe abordar la salud mental en la infancia y la adolescencia.
En el acto de apertura ha participado -junto al Defensor y el director general de Save the Children- Javier Vázquez, secretario general de Humanización, Planificación, Atención Sanitaria y Consumo de la Consejería de Salud y Consumo. A continuación, la ponencia central ha corrido a cargo de José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. La jornada ha contado con una primera mesa redonda sobre `La salud mental en la infancia más vulnerable´, en la que han participado Carmela del Moral, responsable de Políticas de Infancia de Save the Children España; Salud Mármol, responsable de Políticas de la infancia de UNICEF; Rafaela Caballero, psiquiatra infantil; Marta Bordons, titulada superior de apoyo a la investigación en el Departamento de Geografía, Historia y Filosofía en la Universidad Pablo de Olavide; y Mayte Salces, asesora responsable del área de Infancia y Educación de la Defensoría de la Infancia y Adolescencia.
La segunda mesa redonda, bajo el título de `La salud mental en la infancia, una responsabilidad colectiva´, contará con Nieves Salinas, periodista especializada en temas sociales y sanitarios de El Periódico de España; Juan Carlos Maestro, psicólogo clínico y asesor técnico del Programa de Salud Mental de Andalucía; Cossette Franco, directora en Andalucía de la Asociación Albores; Lucía Balado, psiquiatra infanto juvenil de la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil del Hospital Virgen Macarena; y Rocío Bejínez, representante de la Confederación Andaluza de Asociaciones de madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública CODAPA.
Por último, la jornada ha concluido con una tercera mesa sobre `Adolescencia, salud mental y redes sociales´, en la que han participado Merigoscopio, psicóloga y creadora de contenidos; Danielfez, creador digital y Jaime Roldán, representante del Consejo Participación por la provincia de Sevilla de la Defensoría de la Infancia y Adolescencia de Andalucía. La moderación de todo el evento ha estado a cargo de Soco López, periodista y presentadora de Canal Sur.
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