El Defensor del Menor de Andalucía ha celebrado hoy una jornada técnica para el análisis y mejora de los procedimientos de determinación de la edad a los menores extranjeros no acompañados (MENA) que llegan al territorio andaluz.
El Defensor del Menor, cuyo titular es Jesús Maeztu, ha contado con la experiencia de fiscales de Extranjería y de Menores; representantes de las Consejerías andaluzas de Igualdad, de Interior y de Salud; representante del Instituto de Medicina Legal y miembros de ONG.
El Defensor del Menor ha considerado que esta prueba en el caso de Andalucía queda reducida generalmente a una radiografía del hueso carpo de la mano izquierda que se realiza en algunos hospitales del Sistema sanitario público andaluz. En opinión del Defensor del Menor, esta técnica presenta grandes márgenes de error y ha sido objeto de crítica por un amplio sector de la comunidad científica, desde donde se insiste en que cualquier estudio de determinación de la edad ha de basarse en distintas pruebas, valoradas todas ellas en su conjunto; aun así no son rigurosas si no toma en consideración también la influencia de factores patológicos específicos, nutricionales, higiénicos-sanitarios y de actividad física.
Respecto a los métodos para realizar estas pruebas, existe un documento sobre Recomendaciones sobre métodos de estimación forense de la edad de los menores extranjeros no acompañados. Se trata de un documento de Consenso de Buenas Prácticas entre los Institutos de Medicina Legal de España (2010). Las pautas y directrices recogidas en este documento han sido recomendadas en el Protocolo Marco de MENA de 2014.
La fiabilidad y rigurosidad de las pruebas no es una cuestión baladí Se trata de un asunto sumamente trascendente para la vida de las personas extranjeras ya que con esta prueba se está decidiendo si los poderes públicos deben prestarles las atenciones y cuidados a las que tienen derecho como menores de edad o, por el contrario, han de ser tratadas como personas adultas extranjeras que se encuentran irregularmente en nuestro país y han de ser repatriadas a sus países de orígenes, salvo que sean susceptibles de protección internacional.
Con esta jornada, el Defensor del Menor pretende interesar la colaboración de todos los agentes implicados y conseguir para estos menores sobre cuya edad existan dudas fundadas, que se les realicen de estudios y pruebas médicas de mayor fiabilidad que permitan fundamentar con rigor el dictamen médico, que se la base de la declaración de mayoría o minoría de edad por la Fiscalía de menores. También que durante la realización de dichas pruebas se respeten otros derechos de los menores como el derecho a ser informado sobre la naturaleza de aquellas en un lenguaje comprensible y en su idioma, y obtener su consentimiento para la práctica de las mismas.
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