El Defensor del Menor de Andalucía, Jesús Maeztu, ha participado en la jornada que sobre acoso escolar se ha celebrado este martes, 7 de noviembre, en la Subdelegación del Gobierno en Sevilla.
Durante su intervención con una ponencia sobre "Posibilidades de actuación por parte del Defensor del Menor de Andalucía", Jesús Maeztu ha destacado su preocupación por la protección de los menores objeto de acoso escolar "cuando un menor es objeto de descalificaciones, burlas, agresiones, humillaciones u otras formas de maltrato por sus compañeros sus derechos se ven seriamente comprometidos".
El Defensor ha mostrado su preocupación por esta violencia entre menores y ha insistido en la actuación que viene realizando la Institución, así como en la propuestas y conclusiones elevadas al Parlamento de Andalucía y recogidas en un Informe Especial sobre el acoso escolar.
Entre estas conclusiones, ha destacado:
- El acoso escolar no es sólo un problema educativo. Nos enfrentamos a un fenómeno sumamente complejo y profundo en el que intervienen una multitud de elementos que superan el ámbito de la educación.
- El acoso escolar es todavía una realidad oculta en muchos casos. Por un lado, la víctima no denuncia por miedo, por vergüenza o por negar la realidad; los padres no suelen advertir la sintomatología fruto del maltrato entre iguales; los pediatras, por ausencia de formación específica, tienen dificultades para reconocer el origen de los síntomas; el profesorado, también por ausencia de formación o de herramientas, no detectan los acosos; los espectadores pasivos, por miedo a ser destinatarios también de las agresiones o por no desear quedar señalado como “chivatos” tampoco denuncian.Y ello sin olvidar la reticencia de algunos centros educativos a publicitar los supuestos de acoso para no menoscabar su imagen o prestigio.
- No se conoce con exactitud y rigor el nivel de incidencia real del acoso escolar y ciberacoso en los centros educativos andaluces.
- A pesar de la alarma social creada tras la difusión por los medios de comunicación social de algunos casos que han revestido una especial gravedad, o donde se ha primado la espectacularidad y el sensacionalismo, la mayoría de los centros educativos en Andalucía presenta unos niveles de convivencia bastante aceptables.
- Los protagonistas del acoso son menores de edad y todas las medidas que se adopten han de tener presente su interés superior. El destinatario de las principales preocupaciones y primeras intervenciones ha de ser necesariamente la víctima. Pero no podemos obviar al agresor.
- La participación del alumnado es una herramienta necesaria para intervenir en los casos de acoso escolar y ciberacoso. Niños y niñas son protagonistas de su propia vida y deben participar en las decisiones que les afectan.
- Es necesaria una mayor coordinación entre el ámbito educativo, sanitario y social
Por ello, el Defensor del Menor de Andalucía ha insistido en la puesta en marcha de una serie de recomendaciones, entre las que ha destacado:
- La aprobación de un Plan integral de convivencia escolar en la Comunidad Autónoma de Andalucía
- Que la Administración educativa promueva estudios epidemiológicos rigurosos y periódicos sobre la incidencia real y evolución del fenómeno del acoso escolar y ciberacoso en todos los centros educativos de Andalucía.
- Que se modifique el actual Sistema informático Séneca o se cree un registro específico sobre acoso escolar y ciberacoso en Andalucía.
- Medidas de sensibilización dirigidas a la sociedad en general sobre el fenómeno del acoso escolar y ciberacoso.
- Formación al profesorado y a los equipos directivos sobre el fenómeno del acoso escolar y ciberacoso.
- Medidas de coordinación entre las Administraciones educativa, sanitaria y social, y las familias.
0 Comentarios
Escribir un comentario